lunes, 28 de julio de 2008
domingo, 27 de julio de 2008
lunes, 23 de junio de 2008
Fenómeno Bullying en Chile
Violencia escolar: Un bullying que sigue sin respuestas
Hace mucho tiempo que se viene hablando del bullying, sin embargo hasta ahora poco se hace para enfrentar este problema, y las medidas que se proponen se centran más en lo que pueden hacer los colegios que en la formación y responsabilidad de los padres frente a este tema.
A los 13 años, Pamela Pizarro Álvarez tomó la drástica decisión de terminar con su vida en la soledad de su habitación. Las bromas, el maltrato físico y sicológico que recibía por parte de un grupo de alumnas del colegio Javiera Carrera culminaron por abrumarla hasta tal punto, que la única vía de escape que vislumbró fue la muerte.
La agresión escolar entre niños y niñas no es un fenómeno reciente. Más de alguien recordará haber sido agredido sistemáticamente por sus compañeros durante sus años de estudio, o bien, haber sido uno de los que molestaba al más débil o gordo del curso. Asimismo, se sabe que los niños suelen ser crueles con sus pares, tanto en sus relaciones interpersonales como en los juegos que crean. Sin embargo, hoy en día nuestro país sufre los efectos de uno de los fenómenos globales de violencia escolar que más impacto ha causado en la sociedad en el último tiempo: el bullying. Y si bien, se le consideraba algo ajeno y distante, el suicidio de Pamela Pizarro y otros hechos que se han conocido públicamente, hacen ver que ha llegado para quedarse.
En los años setenta y tras diversos estudios psicosociales realizados en Europa y EE.UU. se denominó con el término mobbing a la acción violenta de un grupo hacia un individuo. Este vocablo hacia referencia al ataque colectivo que emprende un grupo de animales contra otro de distinta especie y que es considerado como enemigo natural del grupo, lo que fue extrapolado al comportamiento humano y, por cierto, al tema de la violencia escolar. Pero será a fines de los 90 que el concepto bullying pasó a definir la acción o acciones cometidas por el bully o matón. Además, hace referencia a la exclusión social como forma agresiva de relación entre niños y adolescentes, proceso complejo que mezcla violencia y victimización y que va más allá de las simples discusiones o malas relaciones entre compañeros. Estas expresiones de violencia se dan al interior de la dinámica escolar y son frecuentemente formas de exclusión social de algunos grupos de jóvenes hacia otros, constituyéndose de esta manera una relación entre grupos y subgrupos al interior de la escuela. Aunque estas manifestaciones se dan en el ambiente escolar, sus causas y consecuencias no solo se remiten a este espacio, ya que involucran el mundo interior y emociones de los afectados, espacios de difícil acceso que no permiten saber cuál es el daño causado al individuo y qué reacciones puede tener frente a él.
Indicadores que presentan el problema
En el mundo, países pioneros en desarrollo y tecnología como es el caso de España presenta índices de violencia escolar bastante elevados para su sistema escolar y social. Según sus últimos estudios, el 3,5 % de los escolares entre 9 y 18 años se confiesa agresor, mientras que el 6,5% afirma ser víctima de los ataques de sus compañeros de colegio. Acercándose a la realidad de Chile, en Argentina se dice que alrededor de 240.000 adolescentes habrían sufrido el síndrome de bullying, cuyos efectos se habrían traducido en ausentismo escolar, lesiones físicas, intento de suicidio o abuso de drogas y alcohol. En cifras, las fuentes mencionan que del total mencionado, 16.140 ha intentado suicidarse por hostigamiento permanente, 22.885 ha sufrido lesiones graves y 41.193 falta constantemente a sus colegios para evitar el acoso.
En chile, los índices de violencia escolar o bullying no distan del caso argentino. Según un estudio de violencia escolar realizado por el Ministerio de Educación en el año 2005, el 35% de los alumnos encuestados reconoció sufrir sistemáticamente algún tipo de agresión física o sicológica por parte de sus compañeros. Además, este estudio señaló que el perfil de los escolares chilenos es muy parecido al de niños de otros países en los que se ha reconocido al bullying como un problema real y concreto. Estos indicadores se condicen con lo que sucede en las aulas de los colegios cuando se les pregunta a los mismos estudiantes acerca de la violencia entre compañeros.
El estudiante José Pérez cursa 3º medio en el Liceo José Victorino Lastarria y afirma que el bullying es algo que se da en todos los niveles de escolaridad y siempre afecta a los mismos sujetos. José menciona que “los más callados, al que no se puede defender por sí mismo, al que es poco asertivo, al que no sabe decir basta”, es aquel que sufre los hostigamientos permanentes del matón o su grupo. Raúl Martínez es alumno que cursa 2º medio en el colegio Amancay de la comuna de La Florida y reconoce pertenecer a un grupo que molesta y agrede a otros niños y jóvenes sin razón alguna. El joven indica que además “hay un loco en mi colegio al que todos los días le pegamos y lo molestamos, de repente se pega un sapeo, pero le pegamos”. La otra cara la vive Vladimir, quien prefiere no indicar su apellido ni colegio. Él ha sufrido por cuatro años seguidos el bullying, y aunque su madre decidió cambiarlo de establecimiento, en el nuevo colegio los hostigamientos se repitieron. El joven indica que esta semana “unos compañeros de 8º agarraron un palo de escoba y me lo metían con la ropa por detrás, por el ano, y me decían te vamos a violar y se reían”.
(Testimonios y opiniones de Alumnnos sobre la Violencia Escolar)
La importancia de las interacciones sociales La institución escolar es un espacio donde se producen múltiples interacciones entre los alumnos, pero también con los profesores, directores y administrativos. Este tejido de interacciones debe cobrar relevancia a la hora de identificar las agresiones que pueda sufrir un niño o una niña. En este sentido es que el Ministerio de Educación está levantando con fuerza el concepto de “Convivencia escolar” en el cual se busca involucrar a todos los estamentos que conviven en la dinámica escolar para que se hagan parte del desarrollo ético, social y afectivo de los estudiantes, buscando que cada miembro de la comunidad educativa sea parte de la formación de los niños y cumpla su rol como actor educativo. Para Soledad López de Lérida, sicóloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile, el tema de la violencia escolar se debe abordar de manera integral, fomentando la buena convivencia como parte central del currículum escolar, evitando de este modo las reacciones de los padres en pedir la expulsión del agresor u optar por cambiar a su hijo de colegio. “En otro colegio, estos niños van a seguir cumpliendo su rol, es decir, van a volver a ser víctima o matón. Se puede aliviar el problema a través de una de estas mediadas, pero no se soluciona”, enfatiza. Un ejemplo de lo que Soledad López propone y que el Ministerio de Educación a comenzado a incentivar es la acción que está llevando adelante el colegio Marcela Paz de La Florida, el cual ha implementado una especie de tribunal donde participan el director, apoderados y los propios alumnos para encontrar solución a los problemas que puedan aparecer entre los estudiantes y que, con el tiempo, se puedan convertir en bullying.
Bullying: Acción o acciones cometidas por el bully o matón/
Exclusión social de algunos grupos de jóvenes hacia otros/
Violencia física y psicológica.
(Soledad López de Lérida, sicóloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile)
( Cristian Pérez, Mediador escolar Colegio Marcela Paz de La Florida)
En relación a las soluciones respecto al fenómeno, las medidas que comienzan a delinearse están dejando de lado factores de gran relevancia que inciden en el fenómeno del bullying, como es el caso de la tolerancia a la diversidad y el rol de los padres en la formación de los hijos. Actualmente, en nuestro sistema penal civil existen una serie de demandas que acusan a los establecimientos educacionales de no cumplir sus obligaciones de cuidado y protección de los alumnos que sufren o han sufrido bulllying. Pero esos mismos padres olvidan que en ellos también radican estas obligaciones y una forma de cumplirlo es planteando el problema a los padres del propio agresor, en quien se debiera buscar el problema sicológico que causa su comportamiento. Las niñas que hostigaban a Pamela Pizarro lo hacían por envidia. A Pamela se la considerada una joven inteligente y bonita, dos atributos que para un grupo parecían ser injustos y dignos de desprecio y aislamiento. De hecho, los hostigamientos continuaron a través de internet cuando Pamela ya estaba muerta, lo que indica que el problema de este grupo de niñas va más allá de algo puntual; tiene que ver con la educación y valores que les entregan sus propios padres, con la preocupación de los docentes que conocían el sufrimiento de Pamela y con un problema cultural que pareciera motivar el individualismo y la carencia de preocupación por el otro.
"La violencia escolar es un fenómeno arraigado en nuestro país.
Niños y Niñas de escuelas, colegios y liceos se encuentran expuestos
a sufrir este fenómeno. En nuestro país el Bullying ya no es un problema lejano"
domingo, 22 de junio de 2008
lunes, 12 de mayo de 2008
lunes, 5 de mayo de 2008
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